Todas las frutas, son cosechadas y empacadas artesanalmente bajo las propias plantas. Este trabajo manual permite lograr el máximo de madurez posible, sin ir a galpones, ni a maquinarias que podrían dañar la fruta madura.
Las cajas salen terminadas de la finca, para ser llevadas al frigorífico. Así, en pocas horas, alcanzan 0°C. Esta temperatura mantiene todas sus cualidades hasta llegar a la góndola.